De jueves a jueves (sin contar los días del medio)

jueves, 3 de mayo de 2007

Entrega especial #5: Revista I

Nota del día: Esperando a la lechuza con portones.

En un pequeño planeta de los cocos hay un mono atacando a un perro. Es cierto que ocurren cosas extrañas en los dedos de un cocodrilo, pero no se ha visto nada fuera de lo normal en los camiones de una rueda.

Los animales esperaron en el bosque ocho días seguidos, comían nubes, bebían cavernas, se golpeaban con zapatos de fuego.

Fui enviado para contarles como seguía la guerra en el Limbo, pero creo que será mejor correr hacia un hotel sin vista al horno de panqueques. Los panqueques, al igual que el planeta de coco, usan sombreros que llegan hasta las rodillas y no permiten el paso a los trenes de cinco millones de ventanas.


La nota para la juventud: Cómo entender un chiste inteligente.

Varias veces a todos les a tocado entender un chiste inteligente, pero se han dado cuenta que no era inteligente el chiste, ya que carecía de cerebro. Acto seguido un policía entró a bañar a un rinoceronte, por suerte no tenía más jabón y se fue al árbol.

Mientras uno no comprenda el chiste, la cosa va a bien, pero cuando entendiste que no vas a entenderlo nunca más, te das cuenta que están mal puestas las comas. Mejor entender las cosas como lo que son, porque cuando no entendés y crees entender está mal entendido. Y se malendiente. Un malentendido. De malas intenciones. No. Porque cuando flota el chiste nadie más lo hace, lo mejor es reír. Experimental, igual que la música, pero en una nota. Una nota como la nota músical, pero una nota de escritura. Pero no de música. Experimental.


Una radio se vuelve loca y ataca al locutor.

En la pequeña ciudad de New York, una radio acusada de violación ha atacado a un locutor luego de que este ponga un tema muy feo.

La oportunidad que tuvo la radio para cortarle el cuello no fue desaprovechada. El hombre fue encontrado golpeado con una plancha bajo la ducha, al parece alguien le disparó una plancha, los peritos están confundidos sin cebolla. Luego de una gran explosión en la cara de una anciana, los secretos fueron revelados, no quedaron más personas sin ombligos en los ojos.

La radio fue declarada culpable bajo el cargo de tomar gaseosa caliente y ahora está cumpliendo la pena máxima dentro de una caja de chocolates.

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